La compañía eléctrica Endesa ha llevado a cabo la voladura de la segunda caldera de la central térmica Litoral de Carboneras (Almería), última de las estructuras metálicas elevadas de la planta con una altura de más de 80 metros.
Según un comunicado de la empresa, se trata de la caldera del Grupo 1, que entró en funcionamiento en 1985 con una potencia de 577 megavatios, y con su voladura se alcanza el 74% del proceso de desmantelamiento de la planta.
"Tras la paulatina demolición a lo largo del pasado año de la otra caldera y la propia chimenea de la central, la voladura de hoy supone no solo un hito técnico, sino un cambio en el horizonte de Carboneras", ha comentado Beatriz Muñiz, responsable de los proyectos de desmantelamiento térmicos de Endesa.
La voladura de las calderas ha sido uno de los procesos más complejos del proceso de desmantelamiento de la central térmica Litoral, al tratarse de un elemento principalmente metálico, muy diferente al de la demolición de estructuras de hormigón.
Por este motivo, la voladura de cada uno de estos elementos requiere un análisis exhaustivo previo, que ha permitido el estudio de su estructura, de 13.500 toneladas, de las vibraciones que provocaría su caída, de la secuencia de demolición, de la dirección de caída, las medidas mitigadoras necesarias, así como la puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras circundantes.
Para su demolición se han tenido que realizar 68 perforaciones en zapatas de la cimentación y 72 debilitaciones en estructuras, y se han utilizado 260 detonadores, 175 kilos de explosivo y 158 cargas de cortes lineales, lo que ha necesitado un radio de seguridad de 400 metros, ya que se trata de una estructura de 80,54 metros de alto, con 35,3 metros de ancho frontal y con 43 pilares.
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