Algunas tendencias del sector automotriz se pueden dar por seguras año tras año: los estadounidenses seguirán comprando grandes camionetas pickup, los SUV continuarán ganando cuota de mercado en todo el mundo y Toyota insistirá en que los vehículos de pila de combustible están a la vuelta de la esquina. A esa lista, según BloombergNEF, se puede añadir otra: la caída de los precios de las baterías.
Los precios de las baterías de ion-litio volvieron a bajar en 2025. Según la encuesta anual de precios de BloombergNEF, el precio promedio descendió un 8%, hasta los 108 dólares por kilovatio-hora.
El liderazgo de China en los precios bajos de baterías continuó en 2025, con un descenso promedio del 13% hasta los 84 $/kWh. Esto se debe a una combinación de menores costos de insumos, sobrecapacidad, intensa competencia de precios y la preferencia por celdas de fosfato de hierro y litio (LFP), de menor costo.
Los precios en Norteamérica y Europa fueron un 44% y un 56% más altos, respectivamente, lo que explica en gran parte por qué los vehículos eléctricos en esas regiones siguen siendo más caros que sus equivalentes de combustión. En China, la paridad de precios ya se ha alcanzado en casi todos los segmentos de vehículos.
Este año, los precios más bajos observados para celdas y paquetes fueron de solo 36 $/kWh y 50 $/kWh, respectivamente. Estos correspondieron a baterías LFP destinadas a aplicaciones de almacenamiento estacionario. Se observaron mínimos similares el año pasado, lo que indica que estos niveles de precio ya no son valores atípicos extremos.
BNEF lleva realizando esta encuesta de precios desde hace 15 años y, cada vez que se publica la cifra principal, surge una corriente constante de comentarios que atribuyen la caída a que los productores están reduciendo márgenes. Los márgenes sí disminuyeron ligeramente en la primera mitad de este año, pero eso por sí solo no explica completamente la caída. También hay innovación real y mejoras de eficiencia, y los precios ya han bajado un 93% en términos reales desde 2010.
Aumento de los precios de los materiales
Quizás la historia más intrigante de la encuesta de 2025 es lo que no ocurrió.
Los precios del cobalto aumentaron con fuerza este año después de que la República Democrática del Congo introdujera cuotas de exportación, y el litio también subió ligeramente. Sin embargo, los precios de las baterías no aumentaron. La industria absorbió estos impactos mediante una mayor adopción de LFP, contratos a largo plazo y estrategias de cobertura más amplias.
Este panorama es muy diferente al de hace solo unos años, cuando una mayor dependencia de cátodos de níquel-manganeso-cobalto (NMC) hacía que un aumento en los precios de los metales se tradujera directamente en un repunte de los precios de las baterías, rompiendo su tendencia descendente a largo plazo.
Probablemente sea demasiado pronto para celebrar —si los precios elevados de los metales persisten, el efecto acabará reflejándose en las cifras de las baterías—, pero incluso este nivel de resiliencia frente a los cambios en los precios de los materiales muestra cuánto ha avanzado la industria de las baterías.
La tendencia a la diversificación continuará en los próximos años, ya que la capacidad de producción de baterías de sodio-ion está empezando a entrar en funcionamiento y otras nuevas químicas de cátodos y ánodos se acercan a la comercialización.
Los costos del almacenamiento estacionario se desploman
El precio promedio de los paquetes para sistemas de almacenamiento estacionario cayó hasta los 70 $/kWh, un 45% menos que en 2024. Esta es la mayor caída entre todos los segmentos y convierte al almacenamiento estacionario en el segmento de menor precio por primera vez.
Esto se debió en gran medida a la intensa competencia en China, donde existe una enorme sobrecapacidad de celdas de baterías destinadas específicamente a aplicaciones de almacenamiento estacionario. Se estima que la producción china de celdas para almacenamiento estacionario en 2025 alcanzará los 557 GWh, más del doble de las instalaciones globales del sector.
Estos precios tan bajos harán que muchos revisen al alza sus previsiones de despliegue de almacenamiento para el próximo año, aunque resulta difícil precisar exactamente dónde se materializará ese crecimiento. China eliminó recientemente el requisito de añadir almacenamiento a las instalaciones de energías renovables, lo que supone un obstáculo para la industria de las baterías en general.
Según los especialistas de BNEF, se empezarán a ver muchas más instalaciones de almacenamiento in situ para todo tipo de usos, desde estaciones de carga de vehículos eléctricos hasta centros de datos y gestión de la demanda en instalaciones comerciales e industriales. A estos precios, muchas nuevas aplicaciones se vuelven viables.
Los precios de las baterías para vehículos eléctricos están por debajo de 100 $/kWh
Los precios de las baterías para vehículos eléctricos se situaron por debajo del umbral de los 100 $/kWh por segundo año consecutivo. El precio promedio de las celdas (solo celdas) fue de 79 $/kWh, con cifras mucho más bajas disponibles en China.
Los precios bajaron solo un 1% respecto al año pasado, pero la mayoría de los fabricantes occidentales de automóviles solo recientemente han comenzado a introducir celdas LFP en sus nuevos modelos eléctricos de gama de entrada. A medida que las ventas de estos modelos aumenten, los costos promedio globales de los paquetes para vehículos eléctricos deberían seguir disminuyendo.
Los precios entre las distintas aplicaciones de baterías continúan convergiendo, y la brecha entre segmentos volvió a estrecharse en 2025.
Los precios para vehículos de dos y tres ruedas cayeron con fuerza este año hasta los 133 $/kWh, a medida que la demanda repuntó en mercados como India y el Sudeste Asiático.
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