VÍDEO| Prueba del Audi A6 Sportback e-tron: con el viento de cara

Audi tiene denominaciones históricas, de eso no cabe duda, pero durante un corto periodo de tiempo la firma de los cuatro aros decidió que algunas de sus nomenclaturas pares se convirtieran en modelos exclusivamente eléctricos para, posteriormente, dar marcha atrás y dejar las cosas como estaban. Uno de los principales afectados ha sido el A6, que primero nació como eléctrico, protagonizando así una de las grandes apuestas estratégicas de la marca.

Este A6 e-tron se convierte ahora en uno de los pilares maestros de una estrategia eléctrica que sigue adelante con algunos matices. En esta prueba analizamos uno de los coches eléctricos más avanzados del momento y, probablemente, uno de los más eficientes. ¿Conseguirá el Audi A6 e-tron que nos olvidemos por completo de Tesla?

Un trabajo aerodinámico perfecto

No era de recibo que si BMW o Mercedes-Benz ya tenían berlinas eléctricas en el lujo como el i5 (prueba) o el EQE (prueba), Audi no contara con un representante cero emisiones en dicha categoría. Inspirado en el A6 e-tron concept, este modelo mantiene prácticamente intactos sus principales rasgos, diseñados para ofrecer la menor resistencia al viento. Gracias a más de 1.300 simulaciones y pruebas en túnel de viento, el A6 e-tron ha conseguido un coeficiente aerodinámico Cx de 0,21, el mejor de la historia de Audi.

Entre los elementos que contribuyen a este logro destacan la parrilla Singleframe completamente carenada, con un diseño visual distintivo; los tiradores de puertas enrasados y llantas de hasta 21 pulgadas, con diseños de Audi Sport; la caída de techo pronunciada que aporta deportividad o los retrovisores digitales que si bien opcionales (nuestra unidad por ejemplo no los montaba), son clave para lograr dicho Cx.

Pero no son los únicos elementos que destacaríamos de un conjunto que, por cierto, mide 4,99 metros de largo por 1,92 de ancho y 1,53 metros de alto y que también puede elegirse con la carrocería Avant, la familiar; sino que también sobresalen los embellecedores en negro, exclusivos del acabado Black Edition, tonos de pintura tan vistosos como este azul Plasma turquesa, los marcados pasos de rueda que rinden homenaje al Audi Sport Quattro o sin duda la tira de LED trasera con tecnología OLED en la que puedes elegir hasta ocho tipos de firma a combinar con las luces diurnas delanteras y en la que además se retroilumina el logo, siendo el primer Audi en incorporarlo en Europa.

Equipamiento digital y calidad premium

En el interior, la digitalización es absoluta y recuerda mucho al visto en el Q6 e-tron (contacto). Entre los protagonistas, el MMI Panoramic Display, compuesto por una doble pantalla bajo el mismo marco: 11,9” para el cuadro de instrumentos y 14,5” para la central, ambas con tecnología OLED para una calidad de imagen soberbia. La central opera sobre Android, lo que mejora la respuesta e intuitividad, aunque obliga a navegar entre múltiples submenús.

Si equipamos los cuerpos digitales de los retrovisores llegamos a tener cuatro pantallas, a lo que se suma un Head-Up Display con realidad aumentada y, para el copiloto, una tercera pantalla de 10,9” para consultar información o visualizar contenido multimedia (como Youtube o DAZN), jugar videojuegos o seleccionar destinos sin molestar al conductor. Además, la tecnología de opacidad mantiene la seguridad visual evitando distracciones.

El equipamiento está a la altura de la gama premium: Sonido Bang & Olufsen con 20 altavoces y 830 W, climatizador de cuatro zonas con dispensador de fragancias e ionizador, o techo panorámico de cristal con tecnología LCD segmentada que se oscurece por tramos. En las plazas traseras, la amplitud es propia de los 2,94 metros de batalla: gigantescas para cabeza y piernas, incluso para personas de más de 1,85 m. Eso sí, el suelo no es completamente plano, un detalle a mejorar causado por el diseño de la batería.

Lo bueno es que esta estructura no perjudica un maletero que parte de los 502 litros, con unas formas muy regulares, a los que se accede mediante un portón de generosas dimensiones. A todo ello se suma un frunk delantero de 25 litros, siendo el primer Audi en ofrecerlo, ideales para guardar los cables de carga o alguna que otra mochila. Pero ojo, para quienes crean que tendrán más espacio optando por el A6 Avant e-tron, la realidad es que tiene la misma capacidad inicial, pero la diferencia vendrá a la hora de abatir los respaldos posteriores.

De acceso, pero con buena autonomía

Ya en marcha antes de entrar en lo que de verdad importa que es la eficiencia, déjame que te diga que como buen Audi, este A6 Sportback e-tron es un coche especialmente equilibrado, que deja atrás a cualquier marca de nuevo cuño que surja en lo que a calidad de rodadura y manejo se refiere. Cierto es que para tener una versión como la nuestra has de equiparla al máximo pero si incorporas elementos como la suspensión neumática, la experiencia de conducción es casi sublime.

A ello se suma una dirección comunicativa o unos discos de freno de 345 mm que si bien tiene la frenada regenerativa, ofrecen un tacto bastante natural. Hablando de esta frenada, la podemos regular con las levas situadas tras el volante o con el modo B de la palanca de cambios. Todo sin obviar el excelente aislamiento acústico y la calidad de rodadura propia de una berlina de representación.

Pero estamos en un eléctrico y además en uno que se vanagloria de ser extremadamente eficiente hasta el punto de homologar un gasto medio de 14,9 kWh/100 km que en condiciones normales ya te digo que es complicado de conseguir porque nosotros nos hemos movido en los 18 kWh/100 km, que no es un mal dato, pero dista mucho del oficial. Ello provoca que de los 581 km que homologa inicialmente, en realidad puedas hacer unos 380 km.

No es un mal dato porque no te hemos dicho que este A6 Sportback e-tron que estamos probando es el más básico de todos a nivel mecánico. Ello se traduce en una potencia máxima de 285 CV que se convierte en 326 CV con el Launch Control pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6 segundos, el hecho de combinarse con la batería más pequeña, de 75,8 kWh netos (83 kWh brutos), da para cubrir ese rango cifrado, por mucho que el homologado sea de 581 km.

Por eso quizá la opción más lógica sea la Performance que equipa la batería de 100 kWh con la que Audi asegura que se pueden llegar a cubrir hasta 750 km. Sea como fuere, lo cierto es que si abusas del programa Efficiency quizá sí puedas estar en valores cercanos a los 16 kWh/100 km pero sobre todo por lo que destaca este coche es que gracias a su arquitectura de 800 voltios, propia de la plataforma PPE que le da vida, disponible eso sí en la batería grande, podrás conectarlo a tomas de 270 kW necesitando tan solo 21 minutos para pasar del 10 al 80% o recuperando 310 km en solo 10 minutos.

En definitiva

Adaptado a los tiempos. Esta podría haber sido la conclusión de una nomenclatura que de inicio apostó por la electrificación total pero que ahora también pasa a estar disponible con opciones de combustión electrificadas. Sin entrar en detalles ni líos, la realidad es que Audi vuelve a situarse a la Vanguardia de la Técnica con este A6 e-tron que es puro diseño, tecnología y eficiencia.

Pero también es un vehículo premium tal y como demuestra con un precio que no es apto para todos los bolsillos ya que la gama arranca en los 67.980 euros de esta mecánica y alcanza los 106.800 euros del S6 e-tron que, ojo, no te hemos comentado que llega a dar 551 CV. Y si te gustan las carrocerías Avant, el sobreprecio es de 2.500 euros.

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