Movilidad

Prueba del Mitsubishi Eclipse Cross PHEV: dobla la apuesta

Con un diseño más atractivo y la misma mecánica phev que el Outlander, Mitsubishi duplica su apuesta cero emisiones con este Eclipse Cross PHEV que hemos probado

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Mitsubishi no solo es conocida en el mundo entero por su tracción total sino, desde hace más de una década, por su tecnología híbrida enchufable. Una experiencia que ha atesorado gracias al Outlander PHEV que, durante años, se ha convertido en el phev más vendido del mundo. La misma que ahora pasa a estar presente en otro de sus modelos de gran calado: el Eclipse Cross. El todocamino compacto coupé apareció hace cuatro años resucitando uno de los nombres más emblemáticos de la marca pero con un envoltorio más adecuado a los tiempos actuales.

Ahora, la evolución les ha llevado a incluir además un sistema de propulsión tan de moda últimamente que, como decimos, no hace sino ampliar el éxito de su hermano mayor. No en vano, comparte el mismo grupo propulsor aunque con ciertas modificaciones en las que entraremos más adelante. Porque el Eclipse Cross además de ofrecer una inédita mecánica cuenta con otras novedades que atañen a su aspecto.

Una luneta más racional

Lo primero que llama la atención es el crecimiento experimentado, con una carrocería que crece 14 cm hasta alcanzar ahora los 4,55 metros. Cota que acompaña de un diseño más fluido y elegante en el que el protagonismo sigue llevándoselo la zaga, con esa caída pronunciada del techo que sigue desembocando en una luneta inclinada que, eso sí, ahora no está partida pues la zona inferior ahora está destinada al portón con el logo y el nombre de la marca. Le acompañan unas ópticas en forma de ‘Y’, unos paragolpes más robustos y un alerón trasero.

El frontal le disputa dicho protagonismo gracias a la reinterpretación de la Dynamic Shield con un marco cromado que se extiende desde los paragolpes hasta los faros diurnos. Lo faros principales, además de adquirir la tecnología LED, se colocan en una zona intermedia con un nuevo diseño, mientras que el paragolpes delantero tiene un aspecto claramente off road. En el lateral además del logo Plugi-in Hybrid EV en la puerta y de esa caída del techo, destacan las llantas de 18”.

Bien de espacio

En el interior, el puesto de conducción sigue marca el nuevo patrón estético de la marca con un diseño funcional y muy limpio que está secundado por un aumento considerable de la calidad. La digitalización no está tan presente como en otros modelos de la competencia pues la única pantalla de gran tamaño es la central de 8” de tipo flotante que, eso sí, admite sincronización móvil con Apple CarPlay y Android Auto con botones físicos para algunos de los menús y la inclusión de un sistema de navegación que antes no estaba disponible.

Lógicamente, ofrece una información detallada del sistema híbrido enchufable con pantallas para consultar la gestión de la energía, el historial de combustible, la programación de la carga o el denominado supervisión de la energía que nos permite conocer no solo la potencia del sistema o el consumo de combustible en tiempo real sino también la cantidad de energía acumulada en las frenadas para así lograr una conducción más eficiente.

En lo que a ergonomía se refiere, notarás que vas en una posición más alta, dominante a lo que estás acostumbrado en otros coches similares. El volante quizá interfiere demasiado por su gran circunferencia aunque los asientos cuentan con un gran confort. Ambos pueden ser calefactables. Detrás, pese a su condición coupé, un adulto de 1,80 metros se colocará con comodidad sin llegar a tocar con el techo mientras que la capacidad del maletero ha aumentado de 328 a 404 litros, manteniendo el hueco bajo el piso de 12 litros ideal para colocar los cables de carga.

Híbrido eléctrico

Porque como te hemos dicho la tecnología híbrida enchufable es su principal novedad. Un sistema heredado del Outlander PHEV que cuenta con dos motores eléctricos colocados cada uno sobre un eje para así no perder esa afamada tracción total. El delantero entrega 60 kW (82 CV) mientras que el trasero aumenta a los 70 kW (95 CV) combinándose con un bloque de gasolina de 2,4 litros de ciclo Atkinson que entrega 98 CV. A simple vista, las potencias pueden parecer escasas pero lo bueno es que al trabajar conjuntamente generan nada menos que 188 CV cuyo reparto es casi equitativo entre ambos ejes gracias al sistema S-AWC (en la pequeña pantalla del ordenador de a bordo puedes consultar toda la información).

"La autonomía eléctrica puede oscilar entre los 55 y los 60 kilómetros dependiendo del uso"

A ello se suma el sistema ActiveYaw Control (AYC) que incide directamente sobre los frenos y la dirección para graduar la entrega de par entre las ruedas de un solo eje mejorando el comportamiento. Todo ello está igualmente gestionado mediante una caja de cambios automática de una sola marcha. Todo ello se traduce en una conducción muy confortable y una respuesta muy viva gracias a esa potencia conjunta. La suspensión tiende a ser blanda para así ofrecer también un buen comportamiento por zonas no asfaltadas y aunque el peso ha aumentado ligeramente por el entramado eléctrico no se percibe un exceso de balanceo al rodar de manera rápida.

No obstante, como buen híbrido enchufable, el Eclipse Cross PHEV está pensado para sacar el mayor partido a su sistema, intentando circular lo máximo posible en modo cero emisiones. En cada salida al 100% de la carga, el ordenador se movía entre los 50 y los 60 kilómetros, rango conseguido durante nuestra prueba alternando casi siempre todos los escenarios gracias a la energía almacenada en la batería de 13,8 kWh de capacidad. Cierto es que si abusamos de la autopista, donde podemos alcanzar los 135 km/h, el recorrido se reducirá pero a poco que lo alternemos con el entramado urbano y, sobre todo, empleemos los cinco niveles de retención de la frenada a manejar mediante las levas (enormes, fijas y de aluminio), conseguiremos llegar a cubrir 60 km sin emitir ni gastar combustible.

Para ello, el conductor puede forzar el funcionamiento de los motores eléctricos con el botón EV situado a continuación de la palanca de cambios al que acompaña otro denominado Save/CHG que nos permite, en primer lugar, guardar el porcentaje de la batería que tengamos en ese momento para emplearlo después o cargarla mientras nos movemos a través del motor. Soluciones que son prácticas si sabemos que vamos a acabar en una zona de ultrabajas emisiones pues en la práctica lo único que hacen es incrementar notablemente un consumo que en modo phev puede llegar a rondar los 4 l/100 km pero con estos dos modos se dispara hasta los 8 e incluso supera los 12 l/100 km. En cuanto al gasto energético, lo normal es que te muevas en 17 kWh/100 km aunque si lo empleas por vía rápida, superarás los 20 kWh/100 km.

"Acepta cargas en corriente continua tardando 25 minutos en llenar el 80%"

Adicionalmente, contamos con otros cinco programas de conducción que se seleccionan mediante una palanca a la derecha del cambio: Eco, Normal, Snow, Gravel y Tarmac. Como ves, tres de ellos están destinados a sacar el mayor partido al sistema de tracción en entornos no asfaltados pues este Eclipse Cross PHEV aunque sea un SUV híbrido enchufable sigue siendo un Mitsubishi. Respecto a la carga, la batería puede conectarse bien a una toma doméstica hasta de 3,7 kW (Green up) de potencia, con la que tarda 4 horas en obtener el 100% y 6 horas en uno de 2,3 kW; o hacerlo en un CHAdeMO de corriente continua obteniendo el 80% de la misma en tan solo 25 minutos.

En definitiva

Quizá muchos sigan echando pestes sobre la decisión de Mitsubishi de transformar un deportivo tan mítico como el Eclipse en un SUV y ni siquiera el hecho de haber mantenido su apariencia coupé les vale. Su aparición se dio con motores de gasolina y, sobre todo, con un diésel en el que primaba el exiguo gasto de combustible. Pero ahora los tiempos han cambiado y el mercado lleva por otros fueros, principalmente por los de la hibridación enchufable en donde la firma del diamante es una experta.

Por ello han querido ampliar sus miras con un modelo, a nuestro entender, más vistoso visualmente que el Outlander y con un precio de partida más accesible. Porque los 37.500 euros de los que parte de este Eclipse Cross PHEV le convierten en uno de los híbridos enchufables más económicos del momento, siempre y cuando optes por el acabado básico, el Motion, ya que con el Kaiteki y el Kaiteki+ de nuestra unidad la cuenta sube hasta los 39.800 y 43.700 euros, respectivamente. No obstante hay que tener en consideración que se pueden rebajar 5.000 euros del Plan MOVES III destinado a los phev.

Fotogalería del Mitsubishi Eclipse Cross PHEV

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