VÍDEO| Prueba del Volkswagen Tayron eTSI: más que un Tiguan de siete plazas

Nadie discute el éxito del Volkswagen Tiguan. De ahí que hace eso, hace casi diez años, la firma alemana optó por lanzar una versión más versátil: el Tiguan Allspace. Ahora, esa evolución da paso al nuevo Tayron, el modelo que hoy en El Periódico de la Energía analizamos en profundidad para descubrir si, como pretende la alemana, se puede perfilar como una alternativa muy atractiva para quienes priorizan el diseño, la tecnología, la eficiencia y, sobre todo, el espacio con un punto más de calidad que su predecesor, hasta el punto de que no se avergüenza de mirar de tú a tú al Touareg.

Rebautizado

Cuanto menos resulta curioso que Volkswagen haya decidido desvincular el nombre Tiguan de su SUV compacto de siete plazas, apostando por una denominación completamente nueva. Tal vez sea una estrategia para reforzar la fuerza comercial del Tiguan original o, simplemente, para ampliar aún más su ya extensa gama de productos.

Sea como fuere, con el Tayron hablamos de otro VW SUV, el sexto de combustión y el octavo si ampliamos las miras a la familia eléctrica ID. Visualmente, mantiene la línea de diseño fluida y elegante de la marca: frontal redondeado, trasera robusta, llantas de hasta 20 pulgadas y una paleta de nueve colores, con opciones tan llamativas como este Ultra Violeta que es opcional. En el apartado de la iluminación, destaca por incorporar la tecnología IQ.Light matricial en los faros delanteros y, como novedad, es el primer Volkswagen que no solo retroilumina el logo delantero, como el Golf (prueba), sino también el trasero y además de serie.

Al fondo hay sitio

En cuanto a dimensiones, los 4,77 metros de largo le se sitúa comercialmente entre el Touareg (-11 cm) y el propio Tiguan (+25 cm). Un extra de longitud que se reparte entre el voladizo trasero y la distancia entre ejes y mediante la cual el gran beneficiado es el maletero, pues es capaz de alcanzar los 885 litros en su configuración de cinco plazas, lo que supone 355 litros más que el Tiguan y 75 más que el Touareg, convirtiéndolo en el Volkswagen con la mayor capacidad de carga.

Además, se guarda un as bajo la manga: las siete plazas, siendo también el único de la marca que ofrece esta configuración de serie, aunque puedes optar por eliminarlas y no están disponibles en todas las motorizaciones, como la híbrida enchufable. Al pedirla, el volumen se reduce en unos 35 litros, hasta los 850 litros, mientras que la máxima capacidad puede ser de 2.090 en os Tayron de 5 plazas y 1.950 litros en los de siete. El único que no cambia son los 345 litros con todos los asientos desplegados.

Una versatilidad que se complementa con soluciones prácticas en el interior como es el desplazamiento longitudinal de la segunda fila en 15 cm. Es con este movimiento con el que consigues esa gran capacidad del maletero (el dato con los asientos lo más atrás posible no lo tenemos). Ya que hablamos de esta segunda fila, tenemos que decirte que son cómodas para adultos de estatura media, tanto en espacio para piernas como para la cabeza. Además, añade otros detalles prácticos como la reclinación de los respaldos.

Nada de ocasionales

Si nos centramos en la tercera fila de asientos, esta sorprende porque, aunque Volkswagen dice que es adecuado para personas de 1,70 metros, yo con mi 1,79 metros he entrado sin problemas, sobre todo si echamos un poco para delante la segunda fila. Importante y merece la pena repertirlo: esta configuración de siete plazas no está disponible en los Tayron e-Hybrid, debido a la redistribución de los componentes del sistema híbrido enchufable. En cuanto a confort, ambas filas traseras cuentan con puertos USB y salidas de aire. Además, la zona central puede equipar climatizador de tres zonas y varios compartimentos, incluyendo uno específico para la bandeja, muy útil si necesitas habilitar las siete plazas de forma rápida.

Más calidad percibida

Si nos ceñimos al puesto de conducción, este ofrece menos cambios si estás familiarizado con el Tiguan aunque por calidad está posicionado un escalón por encima de su hermano, sobre todo en el tacto de la zona alta del salpicadero y de los paneles de las puertas, acercándole ligeramente al Touareg. También lo vemos no solo con materiales como el ArtVelours o los asientos ergoactive, mientras que la iluminación ambiental también incrementa la sensación de calidad en la zona situada frente al piloto.

En digitalización, el Tayron ofrece un head-up display proyectado en el parabrisas, un cuadro digital de 10” configurable y una pantalla central de 12,9” (opcionalmente de 15”), que impresiona por su tamaño. El sistema multimedia es la última evolución del grupo VW: más rápido, intuitivo y siempre conectado. Por último me gustaría destacar la solución ergonómica que propone con un mando giratorio que integra un pequeño monitor y que a golpe de pulsación permite cambiar del volumen a los modos de conducción, ahorrando así espacio.

Opciones mecánicas para todos

La gama de motores cubre casi todas las alternativas actuales: gasolina, diésel, microhíbrido e híbrido enchufable, con etiquetas C, ECO y CERO. Los gasolina TSI ofrecen 204 y 265 CV, mientras que los diésel TDI alcanzan 150 y 193 CV, todos ellos con motores 2.0 litros, cambio DSG y tracción delantera o 4Motion en los más potentes.

En el apartado híbrido enchufable, los PHEV con etiqueta CERO rozan los 900 km de autonomía combinada. El sistema eléctrico ha mejorado, con un motor de 116 CV y una batería de 25,7 kWh brutos (19,7 netos), permitiendo hasta 124 km en modo eléctrico en el eHybrid de 204 CV (119 km en el de 272 CV). Ambos combinan el 1.5 TSI de 150 o 177 CV, y el peso extra respecto al MHEV es solo de 100 kg. Además, la carga rápida de hasta 50 kW permite llegar al 80% en solo 26 minutos, y en casa, la carga completa se realiza en unas 10 horas.

Cómo va el Tayron eTSI

Para esta prueba hemos optado por la versión electrificada de acceso que ya luce la etiqueta ECO como es el microhíbrido eTSI de 150 CV que emplea la tecnología de 48V y un alternador de arranque de 18 CV, que no mueve el coche por sí solo pero ayuda a reducir el consumo. Es un sistema que ya probamos en el Passat Variant (prueba) y en el CUPRA León (prueba) en el que su principal cualidad es tanto la calidad de rodadura como el consumo. Y es que si bien homologa 6,4 l/100 km, nosotros le hemos conseguido sacar una media de unos 7 l/100 km, lo que supone que también podrás estar próximo a los 800 km sin repostar.

El motor destaca por su elasticidad, con un buen rango de funcionamiento desde la zona baja del cuentavueltas, teniendo al cambio DSG como principal aliado, pues en determinadas circunstancias y gracias al motor eléctrico, puede apagarse el térmico por completo para circular en modo por inercia, arañando alguna décima más.

Dinámicamente, es un Volkswagen, es decir, equilibrado, pero al que suma en este caso una calidad de rodadura excepcional determinada por un aislamiento acústico mejor trabajado (las ventanas tienen doble capa) y por una suspensión que filtra a la perfección las irregularidades del terreno. Además, en versiones muy equipadas como este R-Line puedes optar por la DCC adaptativa con control dinámico de los amortiguadores, con hasta 15 niveles de ajuste en el caso del modo Individual.  La carrocería del Tayron inclina más en apoyos rápidos y el eje delantero muestra una respuesta menos precisa, aunque la dirección sigue siendo predecible y fácil de gestionar. Por último, si decides optar por una de las versiones 4Motion, puedes comprobar que el Tayron se siente especialmente competente en caminos no asfaltados.

En definitiva

Queda claro: el Tayron no es un Tiguan más largo ni un simple sucesor del Tiguan Allspace. Es el Volkswagen con mayor capacidad de carga, el único con siete plazas y uno de los SUV compactos con mejor autonomía eléctrica del mercado en el caso de los phev. Pero su condición de coche pseudo-premium también repercute en un precio de arranque más elevad que el del Tiguan ya que este eTSI con el acabado R-Line arranca en los 57.345 euros (con el Más hace lo propio desde los 45.470 euros), implicando un sobrecoste de 4.135 euros frente al Tiguan. ¿Merece la pena? Honestamente creemos que sí.

Galería de imágenes del Volkswagen Tayron eTSI