El refranero popular es útil para muchas cosas y, en este caso, para informar sobre la última decisión tomada por el gobierno de Canadá. Y es que tomando la popular frase de “si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar”, el país norteamericano parece que ha decidido imitar a Europa en la decisión de prohibir los coches de combustión para el 2035. Sí, somos conscientes que geográficamente los dos territorios no son vecinos pero si tenemos en cuenta las mejoras que han experimentado en Estados Unidos y cómo el gigante norteamericano parece estar reflejándose en Europa en lo que a adopción de coches eléctricos se refiere, es normal que en Canadá acaben llevando a cabo dicha medida.
Su transición será progresiva pero a diferencia de lo que acontecerá en el Viejo Continente, en Canadá sí permitirá la venta de una tecnología vetada en Europa
Según han informado tanto Reuters como CBC News, la decisión parece no tener vuelta y a partir de 2035 todos los coches nuevos que se vendan en el país tendrán que ser cero emisiones. Para conseguirlo la transición será progresiva para conseguir una adaptación orgánica. Así, desde CBC News aseguran que la cuota de coches cero emisiones deberá suponer ya el 20% para el año 2026 y alcanzar el 60% en 2030 para, un lustro más tarde, ya suponer la totalidad del mismo.
Ahora bien, aunque en el fondo el objetivo sea el mismo, en la forma la decisión canadiense dista de la europea. ¿En qué? En la inclusión de los motores de combustión. Porque si bien en el Viejo Continente se acabó admitiendo tras las presiones de Alemania e Italia especialmente, la inclusión de los combustibles alternativos, en Canadá el escenario será ligeramente diferente. Porque aunque no dice nada de los e-fuel, sí se admitirán otros sistemas de propulsión alternativos como el hidrógeno pero la gran baza será que los híbridos enchufables también entrarán en la ecuación.
Esto se debe a que las reglas están “destinadas a garantizar que los fabricantes produzcan suficientes vehículos cero emisiones asequibles para satisfacer la demanda”. Según se informa, las regulaciones se conocerán como ‘Estándar de Disponibilidad de Vehículos Eléctricos’ y requerirán a los fabricantes “obtener suficientes créditos para demostrar que están cumpliendo los objetivos”. Se comenta que estos créditos se basan en la cantidad de vehículos de bajas y cero emisiones vendidos y que el monto del crédito variará según el tipo de propulsión lo que nos hace pensar que los 100% eléctricos tendrán, lógicamente, más beneficios que los híbridos enchufables. Del mismo modo cuantos más puntos de carga se instalen, más créditos obtendrán y en el caso de que no lleguen, podrán ‘comprarlos’ a otros fabricantes.
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