Movilidad

El quiero y no puedo de Arabia Saudí con el vehículo eléctrico

El objetivo del país árabe es llegar a producir 500.000 coches cero emisiones para 2030 cuando la realidad es que ni tiene mercado local ni fábricas extranjeras

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La movilidad eléctrica parece haber extendido sus tentáculos a todos los territorios del planeta. Con Europa como el caballo que tira del carro, China como zona con la mayor proyección a corto-medio plazo y Estados Unidos saliendo de su cliché de país amante de la gasolina, hay otras regiones que también quieren ser centros neurálgicos del coche eléctrico pero no consiguen despegar. Este es el caso de Arabia Saudí.

Sí, has leído bien, el país en el que el litro de gasolina cuesta la friolera de 0,58 euros y el lugar en el que más hyperdeportivos alimentados por estratosféricos motores de combustión se aglutinan por metro cuadrado, quiere ser uno de los grandes referentes en electrificación. Así lo han avanzado con sus planes estratégicos de producir 500.000 coches eléctricos para el año 2030.

Inversión extranjera

Lógicamente no es extraño pensar que para logarlo, el ‘gobierno’ saudita haya abierto las puertas al capital extranjero, más que nada porque las marcas autóctonas brillan por su ausencia, un hecho que de momento provoca que el tirón eléctrico no sea el esperado según informan desde la propia Reuters. Esta situación de falta de proveedores locales unida al elevado coste de la mano de obra fueron algunas de la causas por las que Toyota rechazó abrir una fábrica allá 2019.

Arabia Saudí dice que no es sólo país productor de petróleo, sino de todo tipo de energía
El ministro de Energía de Arabia Saudí ha asegurado que su país es más bien un productor de energía "en todas sus formas".

Sin embargo, hay quien no ve esto como un problema y quiere contribuir a que Arabia Saudí se convierta en realidad en un hub de electrificación. Este es el caso de Lucid, pues la firma norteamericana de coches eléctricos no solo ha sido la primera foránea en establecer una fábrica, sino que tiene asegurada la producción tras el anuncio de compra de 100.000 vehículos por parte del gobierno saudí. Cierto es que el camino se le allanó gracias a la inyección de 9.300 millones de euros (10.000 millones de dólares) por parte del propio jeque. Otro caso es el de Ceer que si bien es una compañía local creada por el Fondo de Inversión Pública del país, tiene como socio al fabricante tecnológico taiwanés Foxconn.

El objetivo de esta _start-up _era la de tener ya lista su fábrica para este año cuando la realidad es que ni siquiera han empezado a poner la primera piedra. Algo que lógicamente retrasará la idea inicial de lanzar su primer coche eléctrico para el 2026 a no ser que se pongan las pilas, nunca mejor dicho. De ahí que los objetivos iniciales marcados por el gobierno saudí de llegar a las 500.000 unidades producidas para el 2030 estén ahora mismo entre dicho, más si tenemos en cuenta que desde el mes de septiembre del pasado año solo se han fabricado 800 coches cero emisiones.

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