Hasta hace recientemente poco, menos de seis meses, cada vez que hablábamos del futuro, ya fuera presente o lejano, lo hacíamos confirmando que era eléctrico. Más cuando la Unión Europea ratificó que para 2035 se dejarían de vender coches de combustión. Sin embargo con la reciente noticia del bloqueo por parte de Alemania e Italia y su apuesta por los combustibles sintéticos, ahora la incertidumbre es mucho mayor acerca de qué pasará en poco más de una década.
Una incertidumbre que crece todavía más a tenor de lo expresado por un grupo de expertos del propio sector del automóvil, de todas las áreas y trabajando directamente para los fabricantes desde ingenieros hasta proveedores pasando por gerentes, en el estudio realizado por ABB Robotics y Automotive Manufacturing Solutions. En él, el 59% de los 600 encuestados dudaba, y mucho, de la posibilidad de cumplir los objetivos marcados para el vehículo eléctrico. Uno de los principales desafíos que ven se centra en la cadena de suministro de baterías, relacionada de manera simultánea con la elevada inversión que ha de realizarse y con la escasez de materias primas.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios