El Gobierno de Cuba ha anunciado la suspensión de la actividad laboral y docente para el viernes y el sábado debido a la profunda crisis energética que sufre el país, que se ha agravado en los últimos días.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feito Cabrera, escribió en redes sociales que se tomaba esta decisión por "la situación energética" del país y para "contribuir al necesario ahorro", aunque agregó que se exceptuaban las actividades "imprescindibles".
"Teniendo en cuenta la situación energética que afronta el país y con el objetivo de contribuir al necesario ahorro en el consumo de energía eléctrica para atenuar las afectaciones a la población, se ha decidido suspender durante los próximos días 14 y 15 de febrero las actividades docentes y laborales que no sean imprescindibles en las condiciones actuales", señaló.
El Gobierno cubano no aclaró cómo afecta esta medida a la edición 33 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, que teóricamente arranca este viernes en la capital y que contaba con 400 invitados de 40 países.
Varios medios oficiales reprodujeron unas declaraciones del director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Lázaro Guerra, en las que se aseguraba que "el día de mañana será también complejo", aunque su departamento espera "una mejoría en las afectaciones al servicio".
La estatal Unión Eléctrica (UNE), perteneciente al Minem, pronosticó para este jueves un déficit máximo que afectaría de forma simultánea al 56% del país, la segunda mayor tasa según sus propios datos tras la prevista para este miércoles, cuando se estimó un 57%.
La UNE reconoció para esta jornada paros por averías y mantenimientos en diez de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales). Además, 59 centrales de generación distribuida y dos centrales flotantes (patanas) quedaron fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).
Cuba llegó a rentar a una empresa turca de forma simultánea hasta ocho de estas infraestructuras flotantes, una solución rápida pero costosa, que no resuelve el problema estructural que aqueja al sector energético nacional. No obstante, durante el año pasado cinco abandonaron el país.
A consecuencia de este déficit, los apagones están asolando la isla. Ciudades de todo el país están sufriendo cortes eléctricos de más de 24 horas consecutivas en las últimas dos jornadas y por primera vez en La Habana se han programado suspensiones del servicio de al menos seis horas.
La crisis energética de Cuba
Cuba lleva años sufriendo esta crisis energética que se ha agravado desde el último trimestre de 2024, un periodo en el que se registraron tres apagones nacionales. Dos de ellos se debieron a imprevistos que, en una situación operativa límite, hicieron colapsar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
La situación se debe principalmente a las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas terrestres del país, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones; y al desabastecimiento de combustible, por la falta de divisas del Estado para importarlo.
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