La guerra de los precios en el coche eléctrico puede desembocar en una alianza europea

La unión hace la fuerza… o eso dicen. Con una electrificación imparable dentro del sector automovilístico europeo, la competencia está siendo voraz principalmente para los fabricantes del Viejo Continente, que ven cómo Tesla les ha comido parte del terreno y cómo el resto puede caer definitivamente en manos de las marcas chinas. Parte de culpa la tiene los precios, ya que ambos actores han implantado severas estrategias comerciales rebajando considerablemente sus tarifas.

Una medida que ha sido respondida por estas marcas europeas con el objetivo de poner a sus modelos en el foco comercial, todo ello cuando un reciente estudio de Transport&Enviroment avisa de que el coche eléctrico tipo que se vende en Europa es grande y, sobre todo, caro estando por tanto lejos de lo que actualmente demanda un usuario medio, que mira hasta el último céntimo en el caso de los coches cero emisiones.

Suben, pero más lento

En este sentido, las estimaciones iniciales para este año hablan de una deceleración en el número de eléctricos que se venderán, circunstancia que ya se ha comenzado a reflejar, entre otros, en Europa donde las matriculaciones de coches eléctricos se han reducido en un 14% en enero en comparación con diciembre de 2023. Un dato que, de momento ha de cogerse con pinzas ya que este año ha comenzado con varios detonantes contrarios, como el fin de las ayudas en Alemania o el veto de Francia a los coches hechos en China.

A ello se suma el hecho de que en 2025 está previsto que entre en vigor la nueva normativa Euro 7 que obligará a los fabricantes a aumentar el número de eléctricos en sus gamas para así intentar entrar dentro del límite de emisiones y tener que evitar las posibles multas. En el peor de los casos y aunque de momento es improbable, firmas como Volkswagen podrían tener que pagar hasta 2.000 millones de euros en sanciones si no consiguen reducir las emisiones medias de su gama de productos, según cálculos de _Bloomberg _basados ​​en datos regulatorios.

Conglomerado europeo

Todo, sin olvidar la presión que ejercen los fabricantes de origen chino que están lanzando modelos semejantes en calidad por la mitad de precio. Este no es solo el caso de MG con el MG 4 Electric, sino también de BYD con el Dolphin (contacto), ambos como rivales directos del Volkswagen ID.3 pero con una tarifa significativamente inferior.

Entonces, ¿qué solución hay? Parece que a más adecuada sería unir fuerzas en una estrategia similar a la acontecida en el sector de la aviación cuando países como Alemania, Francia, España y Reino Unido se unieron para hacer frente a Boeing. Una propuesta que, según Automotive News Europe podría haber puesto sobre la mesa Luca De Meo, CEO de Renault, para replicar con los automóviles, es decir, crear un conglomerado europeo que les permitiese producir coches más baratos y beneficiarse de una mayor escala, repercutiendo positivamente en el bolsillo de los compradores.

La iniciativa de De Meo estaría inspirada en los kei-car japoneses, pues en Japón este tipo de coche no solo goza de gran popularidad sino que son fabricados por varias compañías y reciben un trato preferencial por parte de los reguladores. La problemática vendría por los diferentes enfoques de cada empresa ya que mientras que Carlos Tavares, CEO de Stellantis, estaría abierto a fusiones y adquisiciones, otros buscarían colaboraciones menos agresivas e incluso el propio De Meo aseguró a Bloomberg que la agilidad es más importante que el tamaño. Una reestructuración a nivel europeo que tendría igualmente su réplica en el mercado norteamericano donde el ritmo de ventas de eléctricos también se reducirá en este año, obligando así a marcas como General Motors y Ford a ralentizar su producción mostrándose al mismo tiempo abiertas a asociarse con terceros actores.