Cómo este Volkswagen ID.3 se ríe de la degradación de las baterías
Una prueba de larga duración del ADAC ha revelado que el compacto cero emisiones no solo mantiene su capacidad de batería sino que incluso consume menos.
Y es que a lo largo del tiempo, el desgaste de la batería puede reducir de manera paulatina la capacidad de almacenar energía, afectando directamente la distancia que se puede recorrer con una sola carga. Por ello, conocer cómo evolucionan las baterías en situaciones reales de uso es clave para comprender la viabilidad y la rentabilidad de la movilidad eléctrica frente a los vehículos de combustión… siempre y cuando no tengas al protagonista de estas líneas.
En las peores condiciones
Así se ha testado el Volkswagen ID.3 en el centro del ADAC.ADAC
Porque un estudio llevado a cabo por el club automovilístico alemán ADAC ha seguido durante cuatro años a un Volkswagen ID.3 Pro S Tour equipado con la batería de 77 kWh con el objetivo de conocer, precisamente, cómo se desgastaba la propia batería obteniendo unos resultados más que sorprendentes. A pesar de haber recorrer más de 172.000 kilómetros (107.000 millas), el coche solo ha perdido 12 km autonomía útil y el 9% de su capacidad energética original, situándose todavía muy por encima del umbral contemplado en la garantía oficial de la batería, que cubre hasta el 70% después de 160.000 km o 10 años.
La prueba destaca por sus condiciones de uso adversas: el vehículo fue cargado repetidamente hasta el 100% (acción desaconsejada por el fabricante) y se mantuvo estacionado durante largos periodos con la carga completa. A pesar de ello, el deterioro de la batería fue mínimo como bien te hemos puesto. El estudio también incluye mediciones periódicas de la salud de la batería pues tras los primeros 21.800 km, la capacidad era del 96%; a los 84.300 km bajó al 94% y al alcanzar los 169.700 km se mantenía en un 91% actual.
Mejor actualizado
Tras actualizarse, el consumo fue incluso inferior. ADAC
Pero el resultado más llamativo es que, lejos de reducirse, la eficiencia energética del coche mejoró a lo largo de la prueba. Al inicio, la autonomía real del coche era de 438 km, muy alejada de los 525 km oficiales pero tras esos cuatro años, aún era capaz de recorrer 425 km antes de tener que volver a recargar. Condición que se ha conseguido gracias a una actualización de software, pasando así de un consumo inicial de 20 kWh/100 km a 18,3 kWh/100 km, lo que le ha permitido recorrer 5,4 km por cada kWh frente a los 5 km originales. Esta actualización tecnológica fue clave para compensar el desgaste natural de la batería y a mantener el alcance real casi sin cambios. Otra gran ventaja tras esta actualización fue la relacionada con la velocidad de carga. De inicio cargaba a 125 kW, pero después ha sido capaz de ofrecer picos de 160 kW, lo que se ha traducido en una reducción de dos minutos en la espera para pasar del 10 al 80%.
Con todo, el caso de este ID.3 confirma que hay que desterrar ese escepticismo que rodea a la vida útil de las baterías en los coches eléctricos pero lo que es evidente es que has de hacer caso a las actualizaciones que aparecen en la pantalla, evitando postponerlas como haces con tu móvil; y que no has de tener ningún miedo de comprar un Volkswagen eléctrico de segunda mano.
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