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VÍDEO| Prueba del Mazda 3 2.5 e-SKYACTIV G: a contracorriente

Mientras que muchos fabricantes se han estado preocupando de lanzar modelos eléctricos y bloques pequeños, Mazda ha optado por construir su propio camino, uno que no siga los dictámenes más comunes tal y como se demuestra en este Mazda 3 2.5 e-SKYACTIV G

1 comentario publicado

Hoy por hoy, no solo estamos sumidos en una era electrificada sino que si nos centramos en los motores en cuestión, la mayoría de los que existentes en el mercado tienen turboalimentación. Sin embargo, hay una marca que sigue marcando su propio ritmo e incluso podríamos decir que yendo a contracorriente. Este es el caso de Mazda que si bien no ha dejado escapar al tren de los kilovatios con modelos como el CX-60 phev o el MX-30, también ha seguido confiando en los bloques diésel e incluso apostando por motores como el de este Mazda 3 que protagoniza esta prueba de El Periódico de la Energía, con el que no solo no hay rastro de la turboalimentación, sino que además propone una cilindrada significativamente más grande a lo que estamos acostumbrados en un compacto. ¿Han acertado con esta elección?

Nada cambia visualmente

El exterior se mantiene intacto porque en realidad sigue siendo tan moderno como cuando nació. K.S.

Si bien el Mazda 3 lleva ya varios años en el mercado, concretamente más de cinco, eso no le impide mantenerse vigente estéticamente gracias a esa silueta de tipo concept basada en la filosofía Kodo con la que nació esta cuarta generación y que tan buenos resultados le ha dado a la firma de Hiroshima.

Mazda espera reducir un 69% las emisiones de CO2 en sus plantas de Japón para su año fiscal 2030
Mazda espera reducir un 69% las emisiones de dióxido de carbono en sus fábricas y centros de trabajo en Japón para su año fiscal 2030.

Por hacer un breve repaso, te recordamos que hablamos de un compacto que mide 4,46 metros de largo por 1,79 de ancho y 1,43 de alto, con detalles tan llamativos como la forma afilada de su frontal, los grupos ópticos delanteros que, curiosamente, pueden carecer de luces diurnas LED, las llantas de 18 pulgadas tintadas en negro, la forma redondeada de su zaga, con unos faros también circulares o el característico diseño de su pilar C. Como guinda y casi como una extensión de su personalidad, si hay un color en el que te tienes que elegir un Mazda ha de ser el Soul Red Crystal aunque este Platinum Quartz tampoco le sienta nada mal.

La forma redondeada del pilar C sigue siendo uno de sus aspectos más llamativos. K.S.

Con todo, la gama comercial se estructura en seis niveles de acabado: Prime Line, Centre-Line, Homura, Nagisa (que es el que nosotros hemos tenido) Exclusive-Line y Takumi, siendo este último el más equipado.

Un interior por encima de la media

El puesto de conducción es minimalista y está perfectamente rematado. K.S.

En el interior tampoco hay cambios estéticos representativos y el habitáculo del Mazda 3 sigue siendo uno de los que mejor construidos están en términos de calidad. Cierto es que la habitabilidad quizá es algo justa, sobre todo en las plazas traseras, por culpa de ese montante trasero tan prominente, mientras que el maletero cubica 358 litros que es un dato que se mueve en la media de la categoría.

La sincronización móvil es ahora inalámbrica. K.S.

No hay grandes dispendios tecnológicos y el monitor central sigue siendo una pantalla de 10,25 pulgadas incrustada en el salpicadero que puede manejarse bien de manera táctil o a través del dial circular situado en el túnel central y que, aunque no lo creas, resulta muy intuitivo. Ahora bien, esta pantalla sí cuenta con una novedad como es la sincronización inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto o la integración de Alexa para controlar diversas funciones mediante comandos de voz y un sistema de navegación híbrido que actualiza la situación del tráfico y es capaz de calcular rutas de manera dinámica.

Lo mejor de dos mundos

La joya de la corona es este renovado motor 2.5 e-SKYACTIV G que, además, simplifica la oferta comercial. K.S.

Tras este repaso al modelo toca entrar de lleno en harina y hablar del motor. Como te hemos dicho, su elección sorprende por varios motivos, la primera por su cilindrada, con esos 2,5 litros; la segunda por su arquitectura atmosférica en lugar de turboalimentado y la tercera porque incluso mantiene un detalle que comienza a ser un rara avis en el mercado: la caja manual, más aún si hablamos de electrificación.

Cuando toca cambiar de coche, los conductores los prefieren híbridos
Un estudio reciente por parte de S&P Global Mobility confirma que el paso lógico para dejar atrás los motores de combustión es abrazar la hibridación.

Porque esta es la única variable “moderna” que mantiene este 2.5 e-SKYACTIV G, que tiene asociado un sistema microhíbrido con batería de 24 voltios que recupera energía en las fases de frenado y la almacena en dicha batería para posteriormente ayudar en las aceleraciones y arañar unas décimas al consumo. De esta forma se logran valores más o menos razonables que se mueven en los 6,3 l/100 km en el caso de este cambio manual y bajan a los 5,8 l/100 km en el automático, aunque yo si tuviera que elegir uno, sería el manual porque además es un cambio manual de Mazda y es es sinónimo de divertimento.

Al asociar la microhibridación, luce la etiqueta ECO den el parabrisas. K.S.

Con todo, déjame que vuelva al motor y te diga que este 2.5 se encarga, además, de simplificar la gama pues los 140 CV que declara provocan que tanto el de 122 como el de 150 CV desaparezcan, dejando eso sí el e-SKYACTIV X de 186 CV, que se sitúa en otro nivel de técnica y eficiencia. A esta cifra de potencia le acompaña un par máximo de 238 Nm, que es un 20% superior al de los extintos.

¿En qué CCAA se venden más coches eléctricos e híbridos enchufables?

Ha sido específicamente desarrollado para circular tanto en contexto urbano como en autovía, y eso se percibe cuando nos movemos en la zona baja y media del cuentarrevoluciones. El hecho de que se haya aumentado la carrera del motor se traduce en la disposición de más par en todo el rango de revoluciones, pero es especialmente entre las 1.000 y las 4.500 rpm cuando notamos esa entrega de potencia tan lineal, que también ayuda a que el coche no se fatigue en las recuperaciones.

En el monitor central se puede consultar el funcionamieto del todo el sistema, destacando entre otras la tencología de desconexión de cilindros. K.S.

Otra de sus grandes novedades es que suma la tecnología de desconexión de cilindros que desactiva dos de los cilindros cuando la demanda de potencia es baja, reduciendo aún más el consumo de combustible sin comprometer la suavidad en la conducción. En resumidas cuentas logramos un gasto de combustible real de 6,4 l/100 km que te daría para recorrer casi 800 kilómetros, que no está nada mal.

Traza líneas

En marcha es uno de los compactos más divertidos de conducir. Mazda

Ahora bien, más allá del consumo, que nos parece bastante reseñable, queremos destacar igualmente que este Mazda 3 está situado en el Olimpo del dinamismo dentro de los compactos junto con el Ford Focus, el SEAT León (prueba) y el Honda Civic (prueba). La pisada que propone es espectacular, así como la precisión tanto de la comentada caja de cambios como de la dirección. La suspensión lee perfectamente la carretera y hay un detalle que nos llama la atención: no hay modos de conducción. El coche se muestra en ‘crudo’, sin necesidad de cambiar, fiel a lo que es. Además, el hecho de tener un bloque atmosférico nos obliga a veces a tener que subirle un poquito de vueltas, aunque con la inserción del sistema eléctrico parece incluso que estemos en un motor turboalimentado. La guinda la pone el sistema G-Vectoring Control Plus que mejora la estabilidad, ajustando el par motor y el frenado en curvas, de manera que, al salir del giro, se aplica una leve fuerza de frenado a las ruedas exteriores, estabilizando el vehículo.

En definitiva

El único extra es la pintura. K.S.

Como diría esa famosa canción podríamos decir que Mazda va a contracorrient, cuando en realidad lo que está haciendo es asentar su propio camino. El mismo que ya nos demostró hace tiempo confiando en el diésel para sus modelos más grandes y en el que la total electrificación está moviéndose por otros derroteros. Pero lo que es evidente es que con este giro de guion propuesto por el 2.5 que hemos probado, la marca se postula como una de las más disruptivas del panorama y, además, no le ha salido nada mal en términos de eficiencia, dejando intacto ese dinamismo que le ha caracterizado durante años.

Este nuevo motor es un total acierto. K.S.

Ahora bien, si nos ponemos a hablar del vil metal, hemos de decirte que este Mazda 3 25 e-SKYACTIV G 140 CV arranca en los 27.800 euros, que es un precio ligeramente superior a la media de sus rivales pero que, como te hemos dicho, está un punto por encima en calidad frente a los generalistas. En el caso de que ya quieras optar por este Nagisa, la cuenta sube a los 31.350 euros al que solo tendrás que sumar la pintura con un sobrecoste de 500 euros.

Ficha técnica Mazda 3 2.5 e-SKYACTIV G

  • Año
    2024
  • Combustible del motor térmico
    Gasolina
  • Motor térmico
    2.488
  • Potencia Máxima
    140 CV Kw
  • Potencia máxima motor térmico
    140 CV
  • Par máximo
    238 N·m
  • Velocidad Máxima
    206 Km/h
  • Aceleración 0-100 km/h
    9,5 segundos
  • Dimensiones
    4.460 x 1.795 x 1.435 mm
  • Peso
    1.419 kg
  • Capacidad del maletero
    358 litros
  • Precio
    31.500
  • Batería
    0,17 kWh
  • Autonomía
    850 Km
  • Consumo medio motor térmico
    6 l/100km
  • Consumo medio El Periódico de la Energía
    6,4 l/100km
  • Etiqueta DGT
    Etiqueta ECO

Galería de imágenes del Mazda 3 2.5 e-SKYACTIV G 140 CV

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Un comentario

  • Pedro

    Pedro

    13/06/2025

    El interior de este coche es muy pequeño, un Ibiza tiene más habitabilidad. Las plazas traseras son para niños,un adulto de 1,80 no cabe.

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