Si te preguntáramos qué modelo de Volkswagen es el más vendido de la historia por detrás del Golf (prueba), seguramente muchas respuestas se dividirían entre el Polo y el Passat. Sin embargo, la cuenta cae del lado de la berlina por ser más longeva que el utilitario pues a sus espaldas ya se han soplado nada menos que 51 años de vida, uno más que el Golf. Y lejos de estar en la crisis de medio siglo, está más vital que nunca como demuestra esta novena generación que en El Periódico de la Energía vamos a probar en profundidad. Y si te estás preguntado por qué hemos escogido la carrocería familiar, el motivo es bien sencillo, es la única que está disponible en el mercado con el objetivo de no canibalizar ventas con el nuevo ID.7 y manteniendo el halo de practicidad de este tipo de siluetas. Además, lo hacemos una nueva mecánica electrificada que hará las delicias de sus compradores.
VÍDEO| PRUEBA del Volkswagen Passat eTSI: conciencia familiar
Considerador por muchos como el buque insignia de Volkswagen, el Passat deja de lado su carrocería berlina para ofertarse únicamente con la silueta familiar y, de paso, electrificar por completo su gama como demuestra con este eTSI que nosotros te analizamos
Como te hemos comentado, esta novena entrega del Passat solo está disponible en formato familiar, con unas dimensiones que, además, crecen frente a su predecesor pues mide 4,91 metros de largo por 1,85 de ancho y 1,50 metros de altura, cotas propias de una berlina de representación de principios de siglo y cercanas a los modelos premium actuales como el Mercedes-Benz Clase E o el BMW Serie 5 (prueba).
En cuanto a diseño, el Passat ha suavizado sus líneas exteriores, adoptando en cierta medida el lenguaje visto en la familia ID. Así se percibe en un frontal en el que desaparece la calandra superior para trasladar las tomas de refrigeración a la zona de los paragolpes en donde, además, cuenta con aerodinámica activa. Esta función, entre otras, ha permitido rebajar el Cx de 0,31 a 0,25, lo que le permite mejorar en eficiencia.
La influencia de la familia ID se deja ver igualmente en la firma lumínica de los faros delanteros LED que están unidos por una fina moldura luminosa que ensancha visualmente al modelo. En opción, Volkswagen ofrece una nueva generación de los faros Matrix LED IQ.LIGHT, que disponen de una nueva luz de carretera con un alcance notablemente mayor. Nuevos son también los juegos de llantas de aleación, con un diámetro hasta de 19 pulgadas y diseños tan vistosos como estos semicarenados.
Si nos centramos en el porqué de esta carrocería familiar tenemos dos razones: en un lado de la balanza al ámbito comercial, ya que el 90% de las ventas en Europa de su generación precedente correspondían con esta silueta y, en el otro, al aumento de la practicidad. Porque al abrir este portón, con accionamiento eléctrico por cierto, tenemos un volumen de nada menos que 690 litros que implica un crecimiento de 40 litros frente al anterior. Dentro, tenemos un espacio gigantesco para el cual es recomendable adquirir el paquete de gestión del equipaje que cuesta unos 260 euros y que trae el organizador de carga, una red de sujeción y una toma de 230 voltios en el lateral.
Que queremos más espacio, solo tenemos que dar a los mandos satélite y así gozar de un piso casi plano con un volumen de nada menos que 1.920 litros. Antes de entrar en el interior, decirte que la gama se divide en tres niveles: básico, Business y este R-Line con un diseño algo más deportivo, elementos en negro como los retrovisores o los marcos de las ventanillas, paragolpes específicos y los logos R en las aletas.
Espacio por doquier
Al haber visto el maletero, vamos de atrás hacia delante y empezamos el repaso al interior por los asientos traseros. Y es que la batalla de este Passat es de ahora 2,84 metros, es decir 6 cm más que antes, lo que redunda además de en esa capacidad de carga mayor, en una segunda fila mucho más amplia en la que un adulto de estatura media como puede viajar sin problema alguno, tanto en espacio para la cabeza como para las rodillas.
La única pega es que al estar en un coche tan grande, aquí no haya tres asientos en lugar de 2,5 y nos permita viajar con más comodidad, por lo que como siempre mejor irán dos que tres. Lo bueno es que en lo que a confort se refiere tenemos salidas de aire, tomas USB y cortinillas parasol, así como un compartimento que conecta con el propio maletero. En cuanto al salpicadero cambia por completo ofreciendo un aspecto más tecnológico y moderno. Pero antes de entrar en él os hablo de una calidad de construcción notable, con materiales de corte noble, otros igualmente sostenibles. El punto de vistosidad se lo da el sistema de luz ambiental que se propaga por la propia consola y las puertas, siendo completamente personalizable.
Por su parte, el toque deportivo de esta versión lo da la piel vuelta, las costuras en blanco y los asientos con reposacabezas integrados con un tapizado pseudo-tartán que tienen calefacción y masaje de serie pero la regulación en altura y profundidad es manual, siendo eléctrica la regulación lumbar. Yendo al punto práctico, el volante ha sustituido los botones hápticos por unos físicos y la consola central ha ganado en espacio dado que se ha trasladado el selector del cambio a la columna de la dirección, al estilo de los ID, brindándonos un amplio espacio para dejar nuestros enseres, con una superficie de carga inalámbrica para el móvil.
Con chatGPT
De vuelta a la digitalización, además del cuadro de instrumentos con pantalla de 10,25 pulgadsa completamente personalizable y de un Head-up display proyectado en el parabrisas con realidad aumentada que es opcional, el foco principal es este, el gran monitor central de 15 pulgadas que viene de serie en este acabado aunque la gama parte de uno de 12,9”.
Independientemente de cuál equipes, tendrás el último sistema multimedia de la marca, el MIB4, más rápido e intuitivo cuya principal novedad es la integración de un avanzado asistente vocal bautizado como IDA que podrá igualmente tener inteligencia artiffical basado en el ChatGPT. El manejo de los menús es rápido, intuitivo y fluido ya que no se nos ha colgado nunca. Además la proyección con Apple CarPlay y Android Auto se realiza de manera inalámbrica.
Y por supuesto hay que comentar que por fin la tira inferior de la pantalla central se ha retroiluminado, pudiendo ahora cambiar la temperatura o el volumen por la noche sin necesidad de apartar demasiado la vista de la carretera aunque también os digo, lo buenio es que el primero lo podemos manejar con la propia IDA y el segundo con el mando del volante, pero eh, que de inicio tenía que venir retroiluminado y punto.
Hasta el infinito…
En marcha voy a comenzar por la dinámica de conducción, porque esta nueva generación, al estar sostenida sobre la evolución de la plataforma MQB, la MQB Evo, tiene la configuración convencional, con una suspensión independiente McPherson delante y multibrazo detrás, que nos brinda un confort de rodadura excepcional, incluso en carreteras secundarias. La verdad es que es un coche que se mueve con soltura, no es un derroche de prestaciones ni de virtudes dinámicas, pero en líneas generales es muy equilibrado, sobre todo si tienes la posibilidad de equipar, por unos 1.400 euros la suspensión adaptativa DCC, que nos permite variar la dureza de los amortiguadores en función del programa de conducción escogido, a elegir entre el Eco, el Comfort, el Sport y el Individual.
Con este último puedes hacer lo que quieras a tu gusto, variando incluso entre 15 niveles el grado de dureza de la comentada suspensión adaptativa, mientras que con el Sport es un poquito más duro, con el Confort mucho más confortable y con el Eco prima la eficiencia. Pero también tienes que saber que con el este acabado R-Line, la suspensión es de serie un poquito más firme, con un tacto más deportivo frente al resto de acabados, aunque en ningún caso es incómoda y sobre todo vas a viajar con un confort muy alto.
Puestos a pedir nos hubiera gustado un mejor aislamiento del habitáculo, pero la verdad es que en líneas generales es un coche con el que vas a devorar kilómetros. El tacto de la dirección también es bastante bueno, mejor si activas el modo Sport, pero en líneas generales vas a disfrutar viajando de lo lindo. Y es que además vas a poder hacerlo durante muchísimos kilómetros gracias a la versión mecánica elegida para esta prueba y que ya es conocida por nosotros: el 1.5 eTSI de 150 CV que viene adherido a un sistema microhíbrido con tecnología de 48 voltios con la que luce la etiqueta ECO de la DGT.
La hemos probado en el CUPRA León (prueba), en el Audi A3 Allstreet (prueba) y también en el Skoda Superb que traeremos dentro de poco, siendo este último el primo hermano del Passat. La realidad es que las diferencias frente al modelo checo son prácticamente mínimas, siendo quizá la única que en esta versión deportiva nos ha consumido un poquito más, por tener unas llantas un poco más grandes, por la puesta a punto general y porque la aerodinámica es un poquito menos favorable que la berlina. Ahora bien, incluso con esto, lo cierto es que es complicado subir de 6 a 6,3 l/100 km (homologa 5,4).
Porque la funcionalidad de esta tecnología microhíbrida es arañar esas décimas de combustible, gracias entre otros, a la conducción a vela que desconecta por completo el motor independientemente del contexto, pues funciona tanto a 50 como a 120 km/h y en el momento en el que se acelera de nuevo, el motor se vuelve a activar. A nuestro juicio es la perfecta solución para aquellos conductores que ya no ven con buenos ojos el diésel (aunque el Passat Variant sigue ofertando mecánicas TDI), ya que va a ser relativamente sencillo conseguir datos de autonomía elevadísimos. En este caso, nosotros hemos logrado superar los 1.000 km sin problema y si eres eficiente a más no poder, podrás incluso llegar a ver los 1.200 km, es decir, la misma distancia que separa Madrid de París.
En definitiva
La evolución sufrida por el Passat es espectacular y ahora le acerca más a los modelos premium que a los generalistas. El hecho además de haber dejado única y exclusivamente la carrocería familiar a mí me parece un acierto, sobre todo por esa ganancia en modularidad y practicidad con un maletero gigantesco. Y en lo que a motorizaciones se refiere, esta versión eTSI mild hybrid le brinda un ahorro de combustible bastante bueno y sobre todo nos permite tener el sello ECO de la DGT que siempre es muy beneficioso si vives en grandes ciudades.
Pero como siempre el que va a dictaminar si este coche es más premium, más exitoso o menos, es el precio. Aquí como está ocurriendo en muchos otros vehículos el Passat ha incrementado su tarifa considerablemente porque ahora con el acabado básico parte de los 45.350 euros (40.729 euros con descuentos comerciales), mientras que con el acabado R-Line, la cuenta asciende a 51.575 euros. Y ojo, si quieres equipar esta versión o esta unidad que has visto durante la prueba vas a tener que desembolsar ya prácticamente 61.500 euros, es decir 10.000 euros en extras que a lo mejor para un Passat pueden resultar como muchísimos, pero que te repito está más cerca de un modelo premium que de uno generalista.
Galería de imágenes del Volkswagen Passat Variant eTSI
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