En 2008, MINI experimentó con la electrificación lanzando un MINI E de estilo conceptual que adelantaba las posibilidades de la firma inglesa en estas lides cero emisiones. En 2020, estas intenciones se confirmaron con el lanzamiento del MINI Cooper SE que seguía los pasos de aquel prototipo sustituyendo únicamente el motor de combustión por uno eléctrico. Pero la firma inglesa necesitaba más, sobre todo si busca ser una marca cero emisiones para más allá del 2030 y por ello ha comenzado a electrificar sus modelos más representativos comenzando por este MINI Cooper que hoy en El Periódico de la Energía vamos a analizar en profundidad para saber si los años le han dotado de experiencia eléctrica y si este MINI de 3 puertas eléctrico es mejor que el anterior en términos de rendimiento. Así que ya sin más, vamos a comenzar a descubrirlo.
VÍDEO| Prueba del MINI Cooper SE: eternamente joven
Uno de los modelos más icónicos de la historia del automóvil se electrifica por completo pero mantiene viva su esencia. Así va el nuevo MINI Cooper eléctrico

Aunque hablemos de la segunda generación del MINI, salta a la vista que los diseñadores ingleses (o quizá alemanes), mantienen viva la esencia del MINI moderno aunque con un toque más minimalista y limpio en el que destacan elementos reinterpretados como los faros delanteros, que si bien siguen siendo ligeramente ovalados, tienen otro halo más elegante gracias a la luz diurna circular que, eso sí, solo está disponible a partir del tercer nivel de equipamiento. Unos grupos ópticos que secundan una parrilla completamente carenada y pintada en el mismo colocar de la carrocería en la que se coloca este logo S que da buena cuenta de la versión que estamos conduciendo.
Del mismo modo, tenemos llantas de entre las 16 y las 18 pulgadas con diseños tan llamativos como estas, así como la posibilidad de escoger un techo en contraste como es el blanco de nuestra unidad. Para mejorar la aerodinámica tenemos tiradores, mientras que en la zaga sobresalen los nuevos pilotos triangulares en los que se mantienen la firma lumínica inspirada en la bandera de la Union Jack y que ahora están unidos por una nueva moldura en negro donde se integra la denominación del modelo

Con todo, seguimos hablamos de un coche contenido, con carrocería de tres puertas, que mide tan solo 3,85 metros de largo por 1,75 de ancho y 1,46 de alto y en el que las opciones de personalización siguen siendo muy elevadas. Sin embargo, MINI ha querido simplificar esta elección poniendo en liza cuatro niveles de acabado, cada uno de ellos dotado de una estética y con un amplio equipamiento. El que estás viendo en esta prueba es el Favoured que MINI define como el acabado con detalles modernos y sofisticados, los materiales de primera calidad.
Minimalismo interior

Hablando de materiales, no podemos dejar de mencionar la calidad de los empleados en el interior, con un salpicadero hecho con tejido reciclado que se extiende hacia las puertas y que, a su vez, se combina con el cuero vegano Vescin perforado presente en los asientos de corte deportivo. Un puesto de conducción completamente minimalista, que prescinde igualmente de elementos superfluos como el cuadro de instrumentos, siendo reemplazado por un Head-up display proyectado en una membrana; o prácticamente de botones físicos, más allá de los presentes en la zona central y que están destinados no solo a los modos de conducción, sino también al arranque y al selector de la caja de cambios.
Esta nueva distribución provoca que todas las funciones se manejen a través de la pantalla central circular con un diámetro de 24 cm que tiene tecnología OLED, ofreciendo un contraste excepcional y, sobre todo, un manejo superlativo, aunque el tránsito entre algunos menús es bastante lento, como es el caso de las Experiences, que permiten incluso configurar la imagen central a nuestro gusto y en donde la Timeless es, a mí, la que más me gusta.

Eso sí, necesitarás tiempo para acostumbrarte a saber dónde están todos los menús e incluso a descubrir otros accesos rápidos como estos que aparecen si tocas algunos lados de la pantalla. Lógicamente, integras de manera inalámbrica tanto Apple CarPlay como Android Auto y cuenta con un asistente de voz avanzado que muestra un icono de un perro para atender a tus necesidades.
Por último, no quiero dejar de mencionar el amplísimo hueco para dejar nuestros enseres personales porque la cabina de este MINI no es extremadamente espaciosa, algo que también se deja notar también en las plazas posteriores. Porque seguimos hablando de un coche contenido que está pensado para cuatro personas y menos mal porque no quiero pensar cómo sería ir cinco aquí dentro. Dicho esto, tenemos un acceso algo incómodo y si estás pensando en colocar unas sillitas infantiles, mejor quítate esa idea de la cabeza, porque si son muy voluminosas, vas a tener que apañárselas para meterlas.

Siguiendo con esta sensación de falta de espacio hablamos de un maletero de 210 litros con el piso colocado en su zona más baja. Lo malo es que si haces eso, pierdes el práctico doble fondo para guardar los cables. En caso de requerir más capacidad siempre puedes abatir la segunda fila y gozar hasta de 800 litros.
Como siempre, pero en silencio
En marcha, sin duda lo que tenemos que destacar es que pese a estar en una nueva generación eléctrica, seguimos teniendo ese tacto propio de los utilitarios de la firma inglesa. Ese tacto más parecido al de un kart que al de un utilitario, con una dirección súper precisa y muy directa que nos transmite toda la información que nosotros le requerimos, con una suspensión durita y firme (se dejan notar las irregularidades del asfalto), que no tiende a incómoda y que es más suave que la de aquel primer Mini que apareció a principios de este siglo. Con todo, también destaca el contenido peso, de 1.700 kilos en esta versión, que ayudan a disfrutar de un mayor dinamismo.

La sensación es que independientemente del modo de conducción en el que estés, tenemos un coche al que le encantan las carreteras reviradas, pero sin hacer ascos al entorno urbano gracias a su contenido tamaño. Pero también hay que tener en cuenta que al tener el motor colocado en el eje delantero, las ruedas tienden a perder bastante tracción sobre todo por la gran potencia que tenemos en este Cooper SE. Hablando de modos de conducción, existen 3 dentro de las siete ‘Experiences’ de las que dispone: Core (el más equilibriado), Efficiency (el eco) y sin duda el que más te va a gustar, el Go-Kart.
Con este último es con el que tenemos toda la entrega de potencia bajo el acelerador, con las máximas sensaciones al mínimo impulso, a las que acompaña un sonido artificial que se filtra a través de los altavoces y en el si bien parece que estemos en una nave espacial, lo cierto es que tiene un ligero toque deportivo porque emula un ligero petardeo. Adicionalmente, tenemos un único modo de retención de la frenada, el B, que no llega a ser de una conducción de un solo pedal pero sí nos permite alargar la vida de elementos como las pastillas o los discos.

Entrando en el apartado mecánico, esta nueva generación del MINI Cooper es multienergía, con alternativas microhíbridas y una dupla 100% eléctrica en la que el máximo exponente este Cooper SE, que hasta la llegada del ya recientemente presentado John Cooper Works es el MINI más potente de la gama. Tenemos 218 CV que van directamente a parar a ese comentado eje delantero, potencia que acompaña de un par de 330 Nm con los que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y llegar a una punta de 170 km/h. Como te digo, la respuesta es instantánea, que acompaña de reacciones muy vivas.
La energía se almacena en una batería de 54,2 kWh de capacidad bruta, que se quedan en unos 49,5 kWh netos para homologar una autonomía de 402 km, a razón de un consumo de unos 14 kWh/100 km. Una cifra que nosotros hemos incluso replicado pero en los que no hemos podido pasar de 300 km reales. Cierto es que ha habido veces que mi entusiasmo ha ido por encima y he utilizado de más el modo GoKart, del cual si abusas no bajarás de los 17-18 kWh/100 km.

Para cargarlo, admite conexiones en tomas de corriente continua de 95 kW, que se nos antoja como una potencia ligeramente escasa pero superior a la de muchos de los que podrían ser sus rivales directos, si bien hay que tener en cuenta que este MINI Cooper SE no tiene un competidor directo per sé. Con esta potencia, podrás recuperar del 10 al 80% en menos de 30 minutos, mientras que en tomas de corriente alterna la potencia es de 11 kW, que significa que en unas cinco horas y media vas a poder tener el 100%.
En definitiva

Similar que no idéntico, esa podría ser la conclusión a la que uno llega tras probar esta nueva generación del MINI Cooper convertido en un coche completamente eléctrico. Porque ahora sí puede enorgullecerse de hablar de electrificación y no como su predecesor, que fue algo así como un parche, como un camino de entrada ante lo que está por llegar. El nuevo MINI destaca por diseño, minimalismo, digitalización y sostenibilidad, así como por dinámica de conducción. Pero también podría mejorar ligeramente en autonomía real y, por qué no, en esa sonoridad artificial que se cuela en el habitáculio.

Ahora bien, de lo que no hay duda es de que es un coche de corte Premium que hoy por hoy no goza de rivales directos tras la desaparición del maltrecho Honda e. Premium porque así lo dice su precio de partid a de 35.250 euros en el caso del E que se van a los 38.850 euros de nuestro SE, pero siempre con los acabados más básicos, y es que si te vas a este Favoured ya son 45.940 euros los que tienes que desembolsar más otro 8.300 euros que lleva en extras. ¿Merece la pena teniendo en cuenta el precio de otros eléctricos? Yo te podría decir que sí por ese toque MINI que siempre cautiva, sobre todo a nivel dinámico pero para gustos... ya sabes.
Galería de imágenes del MINI Cooper SE

























































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