Siglas que así, en bruto, quizá no te suenen de nada cuando en realidad se trata de una de las divisiones de movilidad más importantes de Corea del Sur, ya que pertenece al gigante coreano KG que ha sido quien ha comprado a la hasta ahora conocida como Ssangyong. Una operación que se realizó a finales de 2022 y que será completamente efectiva el próximo 1 de enero de 2025 aunque desde el pasado 1 de julio ya “tenemos que olvidarnos de Ssangyong, despedirse de ella, y saludar con los brazos abiertos a la nueva KGM”, tal y como comentó durante la rueda de prensa de presentación Carlos Olaso, director general de la marca en España. “Un cambio de denominación que supone el comienzo de una nueva etapa llena de oportunidades, ofreciendo productos de la más alta calidad a unos precios competitivos”, puntualizó.
Así se fraguó el cambio
Ahora bien, este importante cambio de denominación se produce por una razón. En verano de 2022, la Comisión de Libre Comercio de Corea del Sur aprobó la adquisición de una participación controladora del 61% de Ssangyong por parte del Grupo KG. En septiembre de ese mismo año, el Tribunal de Quiebras de Seúl aceptó el plan de salida de la sindicatura de Ssangyong, incluida la emisión de nuevas acciones para pagar a los acreedores.
El Grupo KG inició el proceso para salir de la administración judicial el 31 de octubre solicitando la terminación del consejo ante el Tribunal de Quiebras de Seúl que fue aprobado el 11 de noviembre, finalizando la adquisición. En diciembre de 2022, Kwak anunció que Ssangyong pasaría a llamarse KGM. El plan de rescate de la compañía no se limitaba únicamente a una inyección de capital, sino que también incluía un enfoque integral en el desarrollo de nuevos productos innovadores.
Objetivos ambiciosos
Hoy bajo esta nueva nomenclatura, la compañía sigue enorgulleciéndose de ser el fabricante de vehículos más antiguo de Corea del Sur, celebrando su 70 aniversario en 2024 con más de 1,7 millones de vehículos vendidos en todo el mundo en los últimos 15 años. Sin embargo, los planes son cuanto menos ambiciosos en esta nueva etapa, sobre todo tras la recién finalizada por parte del grupo Mahindra en la que Ssangyong había caído en un letargo preocupante a nivel de matriculaciones.
Por eso, con esta nueva sociedad, los planes de la nueva KGM son llegar a nada menos que 320.000 unidades en todo el mundo para el año 2026, lo que implicaría un crecimiento del 166% en comparación con el 2023. Europa tendrá un peso especialmente importante ya que para 2027 pretenden comercializar 70.000 unidades de ese total, es decir un 97% más de lo que tienen previsto comercializar en 2024. Y si seguimos deshojando la margarita llegamos al mercado español en el que KGM quiere seguir creciendo y llegar ya en este año a las 6.000 unidades vendidas, lo que implicaría un crecimiento del 186% respecto al 2023, cifras que no son para nada descabelladas teniendo en cuenta que en lo que llevamos de año ya se han vendido 3.433 unidades.
Hoja de ruta eléctrica
Para conseguir todos estos objetivos, KGM tiene previsto lanzar de aquí a dos años un total de 5 modelos con especial énfasis a la familia Torres. Y es que si bien el todocamino medio está necesitando más tiempo del inicialmente esperado para entrar con fuerza en el mercado, la realidad es que será el denominador común de una estrategia que pone el foco en la electrificación de su gama.
Así, entre finales de este mismo 2024 y comienzos del 2025 llegará el Torres EVX, la alternativa cero emisiones, para durante los próximos 12 meses ampliar dicha gama con el Torres Coupé y con el Torres pick-up que también será completamente eléctrico. Ya durante el 2026 aparecerán dos modelos completamente nuevos que si bien no tienen aún nombre definitivo se les conoce actualmente como KR100, un SUV-C, y el F100, un SUV-D. Ambos ofrecerán un diseño robusto y de corte bastante deportivo así como mecánicas electrificadas entre las que destaca un nuevo sistema híbrido autorrecargable ofrecido por BYD.
Sí, porque uno de los aspectos importantes de esta nueva gama electrificada será su asociación con el fabricante chino, que aportará no solo las unidades de potencia sino también las ya archiconocidas baterías Blade Battery de litio ferrofosfato (LFP). No en vano, ambas compañías ya han anunciado que abrirán una fábrica de baterías en Corea, circunstancia que le permitirá a KGM llegar al mínimo de producción local exigido para así evitar los posibles aranceles.
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